053.1 Lección 1

Debido a que las licencias de contenido abierto se basan en los derechos de autor, es necesario aprender algunos aspectos de la ley de derechos de autor para comprender por qué se necesitan las licencias y qué permiten.

Los derechos de autor son parte de una categoría legal conocida como propiedad intelectual. Los derechos de autor protegen las obras originales al otorgar a sus creadores derechos legales exclusivos para controlar ciertos usos de sus obras por parte de otras personas y corporaciones. Generalmente, esto significa que nadie más puede copiar, distribuir, representar públicamente, adaptar o hacer casi cualquier otra cosa que no sea ver o leer la obra sin el permiso del titular de los derechos de autor.

Los fundamentos que examinaremos en esta sección incluyen qué está protegido por derechos de autor, junto con quién controla los derechos y puede otorgar permiso para reutilizar una obra protegida por derechos de autor como Emma quiere hacer en nuestro ejemplo.

Como lo afirma explícitamente la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual:

Los derechos económicos protegidos por derechos de autor duran mucho tiempo, generalmente décadas después de la muerte del creador. Los derechos morales nunca caducan.

Los derechos de autor otorgan derechos sobre obras creativas, como creaciones literarias y artísticas, que deben cumplir con un cierto estándar de originalidad. La obra debe ser creación de su creador y no copiada de otra obra. (Existen debates en curso sobre cuánta inteligencia artificial se puede incluir en una obra y aún así considerarla original).

Los derechos de autor protegen únicamente la expresión de hechos o ideas. No permite que el titular de los derechos de autor sea propietario o controle la idea exclusivamente. Por ejemplo, una ilustración puede tener derechos de autor, pero no la idea que la originó.

Los derechos de autor son automáticos cuando una obra se crea y fija en alguna forma tangible, por ejemplo, una obra de arte digital o una canción. Esto significa que los derechos se otorgan al creador sin siquiera registrar formalmente la obra.

Las personas que promueven las licencias de contenido abierto quieren promover una cultura libre y el desarrollo de un bien común digital. Han encontrado que el sistema de derechos de autor es demasiado restrictivo y rígido tanto para los usuarios como para los creadores. Al crear licencias estándar fáciles de usar, los defensores del contenido abierto simplifican el uso y la distribución de obras protegidas por derechos de autor.

Cada licencia de contenido abierto afirma los derechos de autor del creador y asegura que sin una licencia del autor, cualquier persona que utilice la obra estaría violando los derechos de autor. Por lo tanto, dichas licencias funcionan dentro del sistema global de derechos de autor en lugar de intentar anularlo.

Las licencias de contenido abierto también garantizan que se otorguen los créditos adecuados al autor del trabajo. Si los destinatarios del trabajo lo distribuyen a un tercero, deben asegurarse de que se reconozca y acredite al autor original. Además, cuando los destinatarios modifiquen la obra, la obra derivada debe mencionar claramente al autor del original y mencionar dónde se puede encontrar el original.

A diferencia de la mayoría de las licencias de derechos de autor, que imponen condiciones restrictivas sobre los usos de la obra, las licencias de contenido abierto permiten a los usuarios tener ciertas libertades al otorgarles derechos. Algunos de estos derechos son comunes a prácticamente todas las licencias de contenido abierto, como el derecho a copiar la obra y el derecho a distribuirla. Dependiendo de la licencia, el usuario también puede tener derecho a modificar la obra, crear obras derivadas, realizar la obra, exhibir la obra y distribuir las obras derivadas.

Las licencias de contenido abierto pueden controlar las obras derivadas. Estas licencias normalmente incluyen el derecho a crear una obra derivada y distribuirla en cualquier medio. Si una persona licencia una pintura bajo una licencia de contenido abierto, también se le puede otorgar el derecho de basar otra imagen en ella. Estos permisos se otorgan con la condición de que otros puedan usar el trabajo derivado libremente, al igual que el trabajo original.

Por lo tanto, una licencia de contenido abierto normalmente garantiza que las obras derivadas sean licenciadas bajo los términos y condiciones de la misma licencia de contenido abierto. Pero esta obligación no es aplicable cuando la obra está incluida en una recopilación. Por ejemplo, si una persona hace un álbum de canciones, una de las cuales tiene una licencia de contenido abierto, no todas las canciones tienen que tener la licencia bajo los mismos términos.

Otro aspecto importante de las licencias de contenido abierto es el control del uso comercial de una obra. Las personas pueden licenciar sus obras bajo una licencia de contenido abierto y al mismo tiempo restringir los derechos a fines no comerciales. Alternativamente, las personas también pueden otorgar todos los derechos, incluido el derecho a utilizar la obra comercialmente.

Las licencias de contenido abierto no impiden que las personas ganen dinero con su trabajo. Si una obra está bajo una licencia no comercial, un editor u otra entidad comercial puede publicar la obra mediante un acuerdo con los titulares de los derechos de autor antes de hacerlo. En otras palabras, incluso después de publicar una obra sin fines comerciales, los autores pueden vender los derechos de autor a una entidad con fines de lucro, siempre que no se excluya el uso continuo y no comercial.

¿Cuáles son algunos de los beneficios de un modelo de contenido abierto y por qué la gente utilizaría una licencia de contenido abierto para distribuir su trabajo creativo en lugar de depender del modelo tradicional de derechos de autor?

Las licencias de contenido abierto permiten que las obras circulen más ampliamente que si estuvieran restringidas de forma predeterminada. Por lo tanto, nuevos artistas podrían beneficiarse de estas licencias, ya que pueden volverse más populares y reconocidos por más personas. Al renunciar a ciertos controles (y posiblemente a los ingresos que los acompañan), los creadores de contenido pueden ser invitados a más programas, obtener más patrocinios, realizar más colaboraciones, etc.

Las licencias de contenido abierto pueden resultar prácticas en la era de Internet, porque los creadores pueden publicar sus obras sin depender de otra persona o institución. Por ejemplo, un fotógrafo que quiera exponer sus fotografías podría publicarlas en un sitio web personal. De esta manera, pueden establecerse y ser conocidos por un público más amplio sin necesidad de contratar una agencia o galería para hacerlo.

Al elegir la licencia adecuada, los titulares de derechos pueden maximizar la distribución y mantener el control de la comercialización de sus obras. Si las personas quieren utilizar una obra comercialmente, el creador del contenido puede conservar el derecho de otorgar o negar el permiso. Incluso si a otros se les prohíbe el uso comercial, los titulares de derechos aún pueden usar su trabajo comercialmente.

Además de la posibilidad de una distribución mucho más amplia de una obra, las licencias de contenido abierto también aumentan la seguridad jurídica para los usuarios y reducen significativamente los costos de transacción legal.

Las personas también pueden utilizar modelos de financiación que no dependan del uso de una licencia no comercial. Por ejemplo, muchos artistas y creadores utilizan el crowdfunding para financiar su trabajo antes de publicarlo bajo una licencia permisiva. Otros utilizan un modelo en el que el contenido básico es gratuito, pero los extras, como las versiones impresas o el acceso especial a un sitio web exclusivo para miembros, son sólo para clientes que pagan.

Las licencias de contenido abierto permiten a las personas distribuir sus obras a cualquier persona y en cualquier medio y formato, como sitios web, fotocopias, CD o libros, sin restricciones.

Las licencias de contenido abierto establecen automáticamente una licencia entre autores y usuarios. Sin una licencia de contenido abierto, compartir obras a través de otra fuente en línea requeriría un acuerdo contractual individual entre autores y usuarios.

Las marcas comerciales, al igual que los derechos de autor, son un tipo de propiedad intelectual. Pero la ley que protege una marca es diferente de la que protege los derechos de autor. Las marcas comerciales protegen las marcas, palabras relacionadas como nombres de marcas, logotipos, símbolos e incluso sonidos y colores que se utilizan para distinguir determinados bienes y servicios de otros. Una marca puede ser cualquier elemento especial utilizado para promocionar y distinguir los negocios y los servicios o productos vendidos de otros.

El titular de una marca generalmente puede impedir que otros utilicen estos elementos de marca si el público se siente confundido. La ley de marcas ayuda a los productores de bienes y servicios a proteger su reputación y protege al público brindándoles una forma sencilla de diferenciar entre productos y servicios similares.

Las marcas pueden registrarse oficialmente o protegerse automáticamente según el derecho consuetudinario. Esto significa que una marca existe tan pronto como se utiliza, pero una marca de derecho consuetudinario no ofrece la misma protección legal que una marca registrada. Por eso muchas empresas registran sus marcas.

Los derechos de autor y las marcas pueden coexistir. Por ejemplo, Wikipedia es una marca registrada y su logotipo también está protegido por la ley de derechos de autor como obra de arte o creación original.